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Pánico Satánico: La historia real que inspiró la temporada 4 de Stranger Things

En la década de los 80, se reportaron varias tragedias supuestamente conectadas a Dungeons & Dragons
Publicado 31 May 2022 – 06:10 PM EDTActualizado 31 May 2022 – 06:24 PM EDT
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Si ya viste la nueva temporada de Stranger Things (2016), seguro te urge saber qué pasará con Eddie Munson, el chico que –por sus gustos peculiares– inadvertidamente puso a todo el pueblo de Hawkins en su contra.

SPOILERS A PARTIR DE AHORA

En la serie, el líder del Hellfire Club tiene que ocultarse porque la policía cree que es responsable de la muerte de Chrissy y Fred.

Aunque Dustin y el resto de sus amigos intentan destruir a Vecna para probar su inocencia, la situación de Eddie empeora cuando el capitán del equipo de basketball es testigo de otro asesinato.

Jason ve a su amigo Patrick morir inexplicablemente, pero en lugar de entender que Eddie no tuvo nada que ver con esto –pues estaba justo enfrente de él– va a la rueda de prensa de la policía y lo acusa de ser un sirviente de Satanás.

Según la teoría de conspiración del chico, Eddie encabeza un culto satánico y está cometiendo estos crímenes como parte de sus rituales; ah, y también recluta a nuevos miembros a través del club de Dungeons & Dragons. Lo peor es que, sin pedir más evidencia, todos los ciudadanos de Hawkins le creen y empieza la “cacería del rarito”.

Y, sí, puede que ahora parezca ridículo, pero este movimiento moral ocurrió en la vida real y se conoció como el Pánico Satánico.

Los casos detrás de Stranger Things 4


En la década de los 80 y principios de los 90, la sociedad estadounidense tenía pavor por el supuesto satanismo que estaba colándose en la vida de los jóvenes a través de la música y otros elementos de la cultura pop.

Los mismos medios de comunicación atribuían reportes de abusos, asesinatos y otros crímenes a “cultos satánicos” que estaban ocultos a simple vista entre la sociedad. Por supuesto, esto solo creó más paranoia al respecto, pero hay un par de casos que parecen haber captado la atención de los hermanos Duffer.

Primero está la desaparición, y posterior suicidio, de James Dallas Egbert III. Aunque el joven tenía depresión y una severa adicción, su familia y un detective privado declararon que creían que la partida de James tenía que ver con Dungeons & Dragons.


Aquí parece haber comenzado la leyenda urbana que afirmaba que algunos chicos se iban a lugares abandonados a jugar una versión live-action de Dungeons & Dragons, y que esto resultaba en accidentes y desapariciones inexplicables.

Otro caso similar es el de Irving Pulling, quien se disparó en el pecho y su madre culpó a su afición a Dungeons & Dragons por la tragedia; incluso formó el grupo B.A.D.D, en contra del juego. Según su testimonio, su hijo había sufrido una maldición al igual que su personaje, así que demandó a los creadores de D&D y dio varias entrevistas al respecto.

Aunque finalmente nunca se demostró que el juego fantástico tuviera algo que ver con estas muertes, el Pánico Satánico continuó propagándose e incluso llegó hasta a México, donde Pokémon, Hello Kitty y el rock fueron acusados de incluir mensajes subliminales para corromper a la juventud.

Este es un detalle de los 80 que, definitivamente, no nos da nostalgia, pues la histeria colectiva impidió que muchos casos se investigaran objetivamente, y varias personas inocentes terminaron en la cárcel solo porque no encajaban con las normas de conducta social.

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