Once Upon a Time in Hollywood: Así fue la triste historia de Sharon Tate
Esta es el devastador caso de la actriz a quien Margot Robbie dio vida en la cinta de Quentin Tarantino
Once Upon a Time in Hollywood (2019) de Quentin Tarantino está dando de qué hablar hoy más que nunca, gracias a su muy reciente incorporación al catálogo de Netflix.
La cinta muestra uno de los episodios más tristes en la historia de Hollywood, la muerte de Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, Jay Sebring, Wojciech Frykowski y Abigail Folger a manos de la “familia” de Charles Manson.
Aquí te contamos la devastadora historia de Sharon Tate
Sharon Tate nació el 24 de enero de 1943 en Dallas y apenas a los seis meses de edad ganó el primer premio en el concurso de belleza Miss Tiny Tot of Dallas Pagean, aunque durante su infancia, se caracterizó por ser una chica tímida, quizás porque a los 16 años, ya había vivido en seis ciudades distintas gracias al trabajo de su padre.
En 1959, ganó el concurso de belleza Miss Richland, y a los 17 años, fue portada de la revista Stars and Stripes, en donde impactó luciendo un traje de baño con botas vaqueras, sentada sobre un misil.
Poco después, se mudó a Vicenza con su familia, en donde conoció a al actor Richard Beymer -Tony, de West Side Story (1961)-, con quien comenzó una relación sentimental, y quien la animó a convertirse en actriz, a pesar de que a ella siempre le había interesado estudiar psiquiatría.
Así, conoció al director J. Lee Thomson con quien trabajó en El Ojo del Diablo (1966) y durante el rodaje, conoció al estilista, Jay Sebring, quien sería su pareja por mucho tiempo, antes de conocer a Roman Polanski en un viaje a París.
Durante el viaje, Polanski estaba planeando su película La Danza de los Vampiros (1967), y aunque tenía pensado fichar a Jill St. John, el productor Martin Ransohoff le presentó a Sharon Tate y la química fue inmediata.
El eminente director y la actriz se enamoraron rápidamente, y aunque Tate finalizó su relación con Sebring, y aunque a éste le costó trabajo aceptar la decisión de su ex-novia, pronto se convirtió en un muy buen amigo de la nueva pareja del momento.
Se dice que fue incluso Tate quien le sugirió a Polanski la idea de que el personaje de Mia Farrow fuera fecundada por el diablo en La Semilla del Diablo (1967), y aparece como invitada en la escena final de la fiesta.
Así se convirtieron en una de las parejas más populares del momento, se casaron en Londres el 20 de enero de 1968 en una fiesta improvisada, y su vida social era aparentemente idílica, y a pesar de que su relación era una de las más divertidas, diferían en temas como la maternidad, pues Sharon tenía muchas ganas de formar una familia, y Polanski, bueno, también, pero con sus miedos y reservas, como lo llegó a comentar en su momento.
El caso de la Familia Manson
Para 1969, la pareja se había mudado a la lujosa mansión de Los Ángeles en la calle 1005 de Rodeo Drive, en donde anteriormente vivía Terry Melcher, productor musical que acababa de rechazar una oferta de Charles Manson, ávido de fama y de dinero.
Así comenzó una de las tragedias más recordadas de la industria del entretenimiento, pues Charles Manson mandó a matar a Terry Melcher y a todos los que estuvieran con él.
Ese día, un 9 de agosto de 1969, Sharon Tate fue a comer con amigas suyas - las actrices Joanna Pettet y Barbara Lewis- justo dos semanas antes de dar a luz, y les externó su tristeza, pues su marido regresaría más tarde de Europa de una filmación.
Por la noche, fue a cenar a El Coyote con su ex novio Jay Sebring, con Wojciech Frykowski y con Abigail Folger, y después de la cena, todos fueron a casa de Sharon Tate, sin imaginarse que al dormir, entrarían en la mansión cuatro miembros de la “familia” de Charles Mnason, a cumplir el objetivo de su líder.
Tex Watson, Susan Atkins, Linda Kasabian y Patricia Krenwinkel los encontraron dormidos, pero los llevaron al cuarto de estar, en donde Tex Watson les dijo: “Soy el demonio y he venido a hacer lo que hace el demonio”, después de haber cortado la línea de teléfono.
La actriz recibió 16 puñaladas y fue colgada junto a Sebrin y el resto del grupo apareció muerto en el jardín. Con la sangre de las víctimas, los asesinos pintaron las paredes de la casa con las palabras “cerdo” y “Helter Skelter” como referencia a la canción de Los Beatles, y supuestamente, como inicio de una guerra racial que Charles Manson y su grupo pretendían iniciar.
Tristemente, este hecho marcó el inicio del fin de la época hippie, y supuso uno de los eventos más tristes de la historia del entretenimiento.
Para nuestra suerte, el cine puede tomarse sus libertades creativas respecto a lo que pasó en realidad, y de esta forma, Quentin Tarantino, en un vistazo de lo que podría haber ocurrido en un escenario ideal, nos regala el final más feliz de todos; y al mismo tiempo, el más agridulce, pues sabemos que ésto no ocurrió en la vida real.
En la cinta, vemos a Watson, Atkins y Krenwinkle entrando en la mansión de Tate y recibiendo su merecido de manos de Booth y Dalton. Una vez más en la que trantino hace una revisión histórica, como lo hizo en Inglorious Bastards (2009).