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Así fue la broma pesada que le jugaron a la protagonista de Psicosis

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A más de 60 años del estreno de la icónica cinta de Hitchcock, repasamos un dato curioso de la producción

Psicosis (1960) marcó un antes y un después en el cine de terror; desde su estreno en México hace más de sesenta años, Norman Bates se ha convertido en un ícono del terror en nuestro imaginario colectivo.

Son miles las anécdotas que rondan la mística detrás de la película, como por ejemplo, Alfred Hitchcock estaba convencido de rodar la escena de la regadera sin sonido, hasta que escuchó los sonidos chirriantes de Bernard Hermann y supo que tenía que ser parte del filme.

Además, para emular los sonidos del apuñalamiento, utilizaron melones y jarabe chocolate en vez de sangre, pero sin duda, "Las Damas de Hitchcock", del cineasta Donald Spoto, arroja un montón de luz gracias a testimonios y gente cercana sobre los métodos peculiares del director y su relación con las actrices que trabajaron con él; desde Grace Kelly e Ingrid Bergman, hasta Tippi Hedren y Janet Leigh.

Por ejemplo, en Los Pájaros (1963) la actriz Tippi Hedren se ennfrentó a una broma pesada por parte del director, pues la escena en donde la actriz es atacada por una parvada de aves dentro de su habitación, duró más de cinco días, y a Tippi el staff comenzó a arrojarle aves -igual de asustadas que ella- toma tras toma, incluso llegaron a atar las patas de las aves para que cayeran sobre ella y se dice que hastá llegó a lastimarse. Llegó a su camerino en estado de shock, y según se refiere en el libro, el doctor le medicó más de diez días de reposo, a lo cual el director se opuso.

Janet Leigh tiene sus propias anécdotas durante el rodaje de Psicosis, pues a pesar de solo haber durado 20 días la filmación, ella detalla un evento que pasó a la posteridad como una de las bromas más pesadas del director.

El cineasta experimentaba con cráneos disecados para la composición del cadáver momificado de la señora Bates, pero de pronto se le ocurrió probarlos con su protagonista y colocó uno de los cráneos en el camerino de la actriz, provocando los gritos más escalofriantes, y probablemente, uno de los mayores sustos de su vida.

Así, la actriz afirmó que nunca supo si se trataba de una broma, o de un intento de Hitchcock por llevar al límite al elenco, para obtener supuestamente estados emocionales específicos. Sabemos que es ese momento, esa era la filosofía del director, aunque muchos años después las actrices han afirmado que no siempre se sintieron muy cómodas con la particular visión del maestro del suspense.